Con el estreno de su última película, me he animado a dedicar esta entrada del blog a ese cineasta, nacional e internacionalmente conocido, español y manchego, llamado: Pedro Almodóvar.
Tengo que reconocer por un lado su valentía en esos años de la transición, donde su cine era rompedor y novedoso y que dió un paso adelante, dejando su trabajo fijo en telefónica, para dedicarse a su pasión que era y es el cine.
También reconocerle su talento, como visionario, guionista, director, relaciones públicas y llevar la marca España por todo el mundo.
No por ello hay que ocultar sus sombras, que las hay y muchas, como el trato a sus actores, actrices y demás equipo, muchas veces de forma muy poco adecuada, cayendo en la tiranía y los malos modos y sino que se lo digan por ejemplo a Carmen Maura, una de sus musas o a Gael García Bernal, etc.
El contenido de sus películas, al menos particularmente, en muchas de ellas, no he conectado, no me han gustado e incluso creo que ha colaborado y a nutrido a lo peor del ser humano, exponiendo más sus tinieblas que sus luces. Digamos que es un cine en general, poco educativo y constructivo a nivel de los mejores valores del ser humano.
De toda su filmografía, salvaría sólo seis de ellas, de las que en su momento me gustarón y que destacaría como: "que he hecho yo para merecer esto", "átame", "mujeres al borde de un ataque de nervios", "hable con ella", "la mala educación" "volver"y "dolor y gloria". El resto me desagradan, no me aportan nada positivo y en otras como los amantes pasajeros o la piel que habito, que son de vergüenza ajena.
Que tiene un sello personal es indudable, pues es cierto que su estilismo, sus colores, su puesta en escena, la música que utiliza, la forma de dirigir a los actores... es muy personal y reconocible, lo que se denomina cine de autor y que se ha mantenido fiel a su país, a pesar de las múltiples ofertas que le han llegado de otros paises, algo que hay que resaltar y alabar. Aunque me imagino algunas de sus motivaciones, como es la de tener él siempre la dirección de todo, el que nadie le imponga nada, pues su ego es algo que no soporta, que todos los que estén con él se dobleguen a sus exigencias, pero no él a la de otros. Como le paso con Ennio Morricone cuando colaboró con él en una de sus películas, concretamente: "Átame". Pues al parecer hubo choque de trenes o mejor dicho de egos.
Con el transcurso del tiempo, el cine de Almodóvar, se ha ido transformando en un cine "politicamente" correcto y pongo entre comillas lo de de politicamente, porque hay está la cuestión de lo que voy a comentar a continuación.
Es obvio que siempre se ha manifestado de izquierdas y de progresista, pero su cine estaba al margén de la política, al menos no de una forma muy clara. Pero cada vez se ha ido acercando más hacía esa ideología, siempre respetable del izquierdismo petulante y de clase alta.
Es consciente que se lleva mucha tajada de las subenciones gubernamentales, televisiones y últimamente de las plataformas y eso tiene un precio y hay que compensarlo. A mi entender eso ha ido en contra de esa frescura, humor y libertad, que exalaban sus películas primeras.
El volver a la Academia de Cine, conseguir premios y reconocimientos continuos, sacar buenas tajadas de los impuestos de los españoles, cuando tiene una productora que perfectamente no necesita de esas "ayudas" que las quita a quienes si las necesitan, hace que sus actuales trabajos, estén al servicio del oportunismo de ciertos círculos y del servilismo político, tal y como sucede de forma descarada, en su última película: Madres paralelas.
La interpretación de Penélope Cruz, es lo más destacable de la película, pues lo demás, deja mucho que desear y se convierte en un panfleto político en general y de la memoría histórica en particular. Además de tediosa. aburrida e inverosimil.
Aconsejaría a Penélope Cruz que se saliera de la "secta almodovar", pues la veo al menos aparentemente, abducida y seducida por el señor Almodóvar. Aunque entiendo que la va muy bien, estando a su lado, defendiendo lo indefendible y poniendole en los altares a nivel personal y profesional.
Me quedo con la película de su marido Javier Bardem: "El buen patrón" o la última de Jonas Trueba: "Quién lo impide". Gracias.