miércoles, 30 de agosto de 2017

¿A que llamamos cine educativo?





El ex-director de la Seminci (Semana Internacional de cine de Valladolid) e historiador de cine, el señor Fernando Lara, según se ha publicado en diferentes medios va a ser el encargado y el coordinador desde la Academia de Cine, llevar hacia adelante un proyecto educativo, dirigido a los estudiantes menores de 16 años. Para que desde las aulas, se les enseñe a mirar, a leer, a escribir, en ese mundo fascinante de imágenes en movimiento, (donde el cine español con sus mejores directores sean los protagonistas del visionado) que más pronto que tarde, va a irrumpir en sus vidas a través del ordenador, de la televisión, del móvil, etc. Que de una forma amena y divertida se les eduque en el medio audiovisual y con capacidad crítica ante él. Que reciban una educación sobre el conocimiento y disfrute del lenguaje audiovisual. Su deseo no es de formar cineastas en las aulas, se trata de una cuestión de educación, de que el niñ@ salga del instituto o del colegio, conociendo a los mejores del cine español de todo los tiempos como Berlanga, Buñuel, Bardem, Almodovar, Erice, Amenabar, Pilar Miró, Coixet, Bollain, etc.



Pero lanzo una pregunta: ¿A que denominamos cine educativo, que es educar a los chavales desde lo audiovisual? Educación viene del latín educere, que signigica formar, instruir. Es el desarrollo de las facultades física, intelectuales y morales del ser humano.


¿Realmente señor Lara, cree usted que muchas de las 30 películas que usted propone que los niñ@s miren, escuchen y escriban, son educativas, dentro de lo que es verdaderamente la educación, la formación, los valores, la moral, etc.? Si la respuesta es afirmativa, pues hay dos temas (y lo digo desde el respeto y la admiración hacia su persona): 1 no ha visto dichas películas y 2 no tiene mucha idea de lo que es la educación. No quiero pensar cosas peores o motivaciones más perversas, pero lo que si le aconsejo, es que reflexione, vuelva a visionar cada una de esas películas con la conciencia y la responsabilidad que implica y... ¡corregir es de sabios!
Personalmente conozco un caso cercano,  de un chico, que en su día y a una temprana edad (14 años), vió la película Tesis de Amenábar y le marco tanto, le causo un daño en su mente, tan grande que tuvo que ser tratado y aun así años despues el recuerdo de esa experiencia la vive con amargura y de forma traumática.
No quiero decir que esas películas y autores, por usted elegidas, no tengan valor y una calidad técnica, una narrativa, unos diálogos, una dirección e interpretaciones estupendas, pero el contenido, el tipo de imágenes y de sonidos, si o si se queda grabado en el subconsciente tierno y sin formar del niñ@, con lo que eso conlleva.
Y esta demostrado, que va a influir negativamente en su mente, en su centro emocional, que va a moldear su caracter, su forma de ser y su calidad como ser humano, formando parte o no de sus valores, de su moral, de su forma de relacionarse y de actuar, etc.
Luego ponemos el grito en el cielo, cuando un día si y otro tambien, vemos las barbaridades que hacen los chavales, jóvenes o adolescentes y prefiero no recordar ninguna, pero que todos conocemos por desgracia. Si queremos que esta sociedad cambie a mejor, recuperar unos valores muy necesarios para la conviviencia con nosotros mismos y con los demás, "Educar" con mayúsculas, no adoctrinar, no deformar, no degenerar, no insensibilizar a las mentes infantiles, su proyecto (con la mejor de sus intenciones por supuesto) debería revisarlo y hacerlo de otra manera. ¡Cuantas películas, documentales, reportajes, cortos...existen, que puede aportar al escolar y futuro ciudadano, aquello de lo que tanto se adolece en la actualidad que es "conciencia"!
Que cuando un niño termine de visonar y disfrutar de una película, ese niño se lleve en su mochila, algo bueno, positivo. bello, reflexivo, sublime, haciendole y facilitandole ser mejor niño, mejor estudiante, mejor compañero, mejor hijo, mejor hermano y un poco más adelante mejor profesional, mejor pareja, mejor padre, mejor ciudadano...en una palabra mejor persona. Con más conciencia, viviendo y transmitiendo valores como el del respeto, el amor, la paz, la aceptación, la solidaridad, la libertad, la no violencia, etc. etc.
Un sembrador sabe muy bien lo importante que es la semilla y como cuidarla, ofreciendo la mejor tierra, el mejor agua, la mejor luz y temperatura, pendiente para que las malas hierbas o plagas no la destruyan, pues así y sólo así obtendrá el mejor fruto. ¿Es que los niñ@s no merecen lo mismo?
Espero y deseo que el cine y la educación vayan de la mano de forma correcta y consciente, pues efectivamente es un medio y más en los tiempos actuales, muy poderoso, muy asequible y que puede aportar mucho y muy bueno o justo lo contrario. ¡Reflexionemos por favor! Gracias.