martes, 31 de agosto de 2021

Películas sanitarias.

 



Estas tres películas estrenadas en nuestro país este año, con un contenido "sanitario" y "reflexivo" sobre el mundo de la medicina y los intereses de todo tipo que están a su alrededor y que desgraciadamente lo condicionan, lo manipulan y se aprovechan a costa de la población, confiada, ignorante y poco reflexiva e investigadora.

Se trata de "El médico de Budapest", "El olvido que seremos" y "Charlatán". Si tuviera que elegir sólo una de ellas, me inclinaría por la última, pues me identifico mucho con lo que defiende y expone.

Curiosamente tanto la segunda como la tercera, están basadas en hechos reales y la tercera aunque no es así, se puede decir que lo que sucede y denuncia la película, sucede en la realidad, muy a pesar de los pesares. 

Es obvio que recomiendo las tres, pues forman una trinidad, muy completa y muy reveladora, de lo que ha sucedido, "sucede" y mucho me temo que seguirá sucediendo, mientras los poderes fácticos, así lo deseen, así les interese y así lo acepte la mayoría de la población.

El ejercicio de la medicina, el magisterio, la responsabilidad de la misma, es de las más altas, junto con la magistratura. Por ello desgraciadamente son las más vapuleadas, controladas y manejadas, por el poder político, económico y como no judicial.

Algo tan bonito, tan vocacional, tan servicial, tan necesario, es muy triste que se haya convertido desde hace mucho tiempo, en algo mafioso, engañoso y peligroso, para el ciudadano de a pie.

Cuantos médicos, investigadores y descubridores, de todos los estilos y vertientes, han sido, son y serán, si nada cambia, carne de cañon, siendo criticados, perseguidos, marginados, calumniados, expulsados, juzgados e incluso eliminados fisicamente, por mantenerse fieles al juramento hipocrático, por ser fieles a sus pacientes, por aportar las mejores de las terapias y los mejores medicamentos, para el bien, alivio, curación y sanación de aquellos que estaban en un proceso enfermizo.

Por ello viene bien, que se hagan películas como las mencionadas, para que "tomemos conciencia" de lo que pasa y ha pasado con el sistema sanitario, desde hace muchos años. Lo que importa es que los beneficios estén de parte de las multinacionales y no de los pacientes. No importa curar, lo importante es ganar. No importa el sufrimiento ajeno y si la alegría de unos cuantos, en sus cuentas corrientes.

Que la salud sea un gran negocio, a costa de la salud del individuo común, es una realidad y quien no lo vea, es que está ciego o forma parte del negocio lucrativo de la salud.

Espero y deseo que podaís visionar estas pelis y juntos reflexionemos y actuemos, para que se produzca un gran cambio y la salud vuelva a ser un servicio de entrega y amor y no algo interesado e incluso como decía anteriormente peligroso y claramente delictivo. Gracias y mucha salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario